Y me quedé perpleja cuando de mis labios de forma inconsciente brotó tú nombre al dirigirme a aquel chico , como si con cada letra se me escapará un remoto y secundario pensamiento a la acción principal que acontecía.
Y aquel chico aún sorprendido, atinó plenamente en su juicio.
-Será el subconsciente-sentenció. Y mis mejillas se volvieron rubicundas mientras guardaba silencio ante mi propia confusión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario