No, no me importa un comino lo qué digan los demás.
Porque... Yo, si vine a esta vida a permitirme volverme estúpida y dejarme llevar por un impulso, a derretirme y arder de pasión, a sentir musarañas en el estómago,a que se dibuje una sonrisa tonta en mi rostro al pensar en alguien especial para mí. A permitirme vivir una experiencia de esas que te marcan a fuego con quien ostente ese poder sobre mi, que dure un día, dos semanas , tres meses...o para siempre, lo que tenga que ser, será.
¿Quién quiere ser común o cuerdo en estos tiempos disruptivos, en el odioso y alienante siglo XXI?
Yo ,ahora vengo a perder toda la cordura y romper todos los esquemas por desear algo intensamente,a explorar mis propios límites por sentir sin filtros.
A no quedarme con las ganas de poder sentir la excitación que provocaria tu mano deslizándose por mi espalda hasta mi trasero clandestinamente, bien disimuladas nuestras caras, en las narices de todos, la mayoría hipócritas con vidas aburridas y carentes de sentido, a renunciar a una mirada de las que hablan sin palabras, de que me de la risa tonta ante un buen juego de palabras con doble sentido que solo entendemos ambos y logra poner a prueba mi temple , a perturbar mis sentidos , a que mi energía fluya en libertad sin importar quien observa y lo que piense al respecto, como si no hubiese nadie mas alrededor .
Ya no quiero luchar más contra mi misma, contra mi naturaleza, porque comprendí que vine a ésta vida a entregarme a fondo, a no detenerme por las raspaduras de una crítica destructiva, porque yo vivo acorde a mis principios y solo respondo ante mi propia conciencia, y no ante estúpidos y encorsetados juicios de valor, de gente de una altura moral reprobable.
Yo, si vine a enamorarme del equivocado, del políticamente incorrecto, del correcto, de aquel que logré que palpiten mis emociones y se despierten mis elevadas y bajas pasiones, y me inspire mis más oscuras fantasias
Y no estoy para detenerme por prejuicios ajenos que no me pertenecen ni me representan, ni por miedo a perder, al no sufrir.
¿Miedo? No, podrán decir que estoy loca pero no que fui una pusilánime cobarde.
Miedo tengo a no sentir , a despertarme un día no muy lejano y darme cuenta que no viví intensamente, porque eso es como estar muerta ya en vida, atada a ideas limitantes y morir sin haberme probado a mí misma que tuve la valentía de jugármela a full por todo lo que quise, sin importar el resultado , porque yo, yo si me atreví.