-Nunca me enamoro, nunca me ha pasado- sentenció abruptamente y su rostro se endureció y el color de sus ojos se tornó acerado y gélido.
Reconozco que aquella declaracion ( que capté mas como una especie de velada advertencia) me cogió bastante por sorpresa, haciéndome retroceder por un instante, lo justo para canalizar el alcance de su confidencia y cuanto de verdad había realmente en ella.
Pero lo que más llamó mi atencion, mi curiosidad, es que lo expuso como algo que, a todas luces a su juicio, me tendría que parecer negativo,( incluso disuasorio ?) ya que lo convertía a sus ojos( y imagino que el creía que a los míos más aún ) en alguien frío, carente de emocionalidad, en una especie de ser sin corazón ,pero parecía tener, a su vez, soterradamente para él, un tinte de super- poder y casi podría afirmar que se jactaba de ello, como si ese poder le otorgase un mayor atractivo por convertirlo en alguien difícil de conquistar, un reto inalcanzable, sin duda una manera de lograr ser él quien siempre esté en control de la situación, al mando.
Y aunque todas estas impresiones cruzaban mi mente a alta velocidad, de pronto empecé a tener otro tipo de sensación....me pareció más bien como si su declaracion llevase implícita su carta de credenciales, sus reglas, como quien dicta sus condiciones previas a un acuerdo sin trampa ni cartón, en un amago de honestidad.
Claramente, mis pesquisas son subjetivas, ( e intuitivas) y por ende, probable que incluso erraticas, por esa razón, opté por guardar discreción con mis pensamientos y no darle réplica.
De haber tenido certeza, mi réplica (mi carta de credenciales), muy probablemente,le hubiese dejado entrever ( mi lado oculto) que no somos muy distintos para según que cosas, y quizás podria dar a lugar a un nuevo punto de partida, mucho más genuino, más productivo y desnudo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario