"Cruzando las fronteras del Pais de nunca Jamás"

No eres el Capitán Garfio ni yo soy Wendy, pero esta noche, volvemos a cruzar las fronteras del País de Nunca Jamás.No es la primera vez, aunque fueras el primero, ni me atrevo a apostar que sea la última,porque entre tú y yo, el Nunca Jamás se torna utopía ajena a nuestra voluntad (aunque presente siempre nuestro propósito fallido),y momentáneamente se nos vuelve a olvidar lo que somos, para sólo ser hombre y mujer.Siempre fue así.... cada vez como si fuese la primera...la misma precipitación, idéntica sensación de confusión al inicio, mezcla de extrañeza y temor casi culpable ante algo que,tal vez, se nos escapa de nuestro control, para finalmente,dejarnos arrastrar por eso que fluye en ese momento entre ambos, más primario, físico y soterrado.....algo que siempre estuvo presente y sigue estando más allá de una etiqueta,de una convicción,de un sentimiento elevado...Abstracto y demoledor el deseo, brutal la necesidad de sentir lo que hay detrás ...allí...más allá de...al tenerte dentro de mi, por encima de la conexión de nuestras mentes o nuestras almas, predominante la mayor parte del tiempo.Conectados por la piel,el sudor,la intimidad y el placer de nuestros cuerpos unidos. Como si fuese una confidencia más, adquiero la justa perspectiva,el lugar exacto de todo,su pleno sentido y todo se va diluyendo en principios extremadamentes simples......y sólo me siento feliz de poder disfrutarlo tal cual,porque no cambiará nada,y mañana seguirás siendo tú,de siempre y para siempre.

 Poco común para muchos,incomprensible para otros el hecho de ser tan excelentes y apegados amigos a día de hoy,habiendo cruzado los "limites"de la mera amistad durante media vida, y existiendo periodos en los que la frontera entre amor y amistad fueron muy difusas...

Tal vez, demasiado afines para ser sólo amigos convencionales ,demasiado amigos para dejar confiados paso sólo al amor....demasiado amor y amistad para trasnocharlo en ser sólo Garfio y Wendy.......yo que sé, ni necesito saber,sólo ser y es maravillosamente suficiente.